lunes, 12 de diciembre de 2016

Muñeco de Nieve


Nadie debe ver a Papá Noel cuando reparte regalos. Si un niño lo ve, se transformará en duende y pasará a trabajar como esclavo en su Fábrica de Juguetes en el Polo Norte, por varios siglos, hasta que se congele. 

Son muchos los niños que, desobedeciendo a sus padres, aguardaron la visita de Papá Noel y al verlo inevitablemente se convirtieron en duendes. Son tantos los duendes que ya no hay espacio para ellos en el Polo Norte por lo que Papá Noel se ha visto obligado a darle vida a un Muñeco de Nieve para que entregue los regalos en vez de él.   

Todo iba bien. El Muñeco de Nieve bajaba a las casas y Papá Noel se quedaba en el trineo junto con sus renos. Pero una noche se coló por una chimenea el olor inconfundible de leche acompañada con galletitas navideñas recién horneadas. El viejito glotón decidió entonces visitar esa casa sin imaginar que se encontraría cara a cara con un niño que se había quedado despierto mirando Hora de Aventura por Cartoon Network. El niño se convirtió en duende y ya no hubo más espacio en la Fábrica de Juguetes por lo que la producción se paralizó.

Por eso ahora los juguetes son de Hasbro o de Mattel

El Muñeco de Nieve siguió sirviendo a Papá Noel hasta que se le ocurrió visitar a las casas del hemisferio sur donde la Navidad es en verano y se derritió.


Cuento escrito con la colaboración 
de Adrián Merino Cortés y Abril Longa León

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